miércoles, 17 de septiembre de 2014

A HORSE WITH NO NAME



Se inspiró en un cuadro de Dalí, presente en la grabación. Se decía que era una alusión al consumo de heroína. También que parecía una interpretación de Neil Young. Que su letra era repetitiva y sin fondo. ¿Un niño tomando ácido? Pero llegó a a ser número uno en USA, disco de platino y temas de numerosas películas. América creó algo inmortal y que me llena de recuerdos, de vida y carreteras por descubrir a lomos de un caballo sin nombre. Fiestas en su atardecer me llevan a oírla una y mil veces junto a un cabello ajeno en mi rostro mientras hablo en su oído dulcemente. Volveré solo a  casa recordándolo mientras conduzco por esa carretera. El aire de la tarde me da en mi rostro mientras le sonrío.

No hay comentarios:

Publicar un comentario