Algo impacta en mi interior con una fuerza inigualable. Una
ráfaga de fuego, de corriente vital, arrastra todo lo negativo que se acumula
en mi ser. Tal y como si fuera el casco de un barco al que se le han adherido
mil un parásitos a través del tiempo y de navegar mares contaminados.
Aligerado mi cuerpo de ese lastre, mi alma se olvida de todo
el presente y me devuelve al auténtico yo olvidado. La guitarra de Richards
voltea en lo alto del campanario para llamarnos a la sublevación. Jagger
desgarra la historia de la música para crearla de nuevo con START ME UP, después
de dormir en el limbo de las canciones apoyada en una estantería. Nos habla de chicas, amores y hombres. Qué más da. El ritmo de la batería de Watts, mientras observa a sus cachorros
saltar sobre sus presas, la guitarra de Keith y voz de Mick, es lo que nos hace
ver cosas ocultas, olvidadas por nosotros. Una insultante fuerza llega para
lanzarnos una cuerda y rescatarnos de la
muerte social que nos acecha. Rock and roll majestuoso.
Me cambio de ropa y salgo disparado hacia allí para hacer esa gimnasia. Vida a raudales en mis venas.
Me cambio de ropa y salgo disparado hacia allí para hacer esa gimnasia. Vida a raudales en mis venas.
Ramón Pérez Aguilar
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