viernes, 16 de mayo de 2014

KISS OF LIFE




Recorro pasillos prohibidos a altas horas de la noche de vuelta ya. Nadie me espera fuera de allí, quizás alguien aguarde mi regreso en aquel lugar otro día. Mis pies se deslizan suavemente sin rozar casi la moqueta mientras la dulzura si hizo voz en ella, en SADE. Aquella noche no sentía lo que hacía porque todo era perfecto. La entendí en su mirada y ella comprendió por fin. Mi alma se llenó de besos de vida para mi, para ti. Ese ritmo casi paralizado me adormecía en aquellas noches de deseo y paz. Al salir de aquel edificio después de sentir todo, el frió de la noche me despejaba para que me diera más cuenta de que no era un sueño. Encendí un cigarrillo y bajé la ventanilla del Ford, arranqué y me alejé lentamente mientras las ruedas chapoteaban los charcos. Allí la dejé pero ella seguía en mi dulcemente sonando en la tranquilad de la noche. Callad y escuchad conmigo.

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