jueves, 20 de marzo de 2014

22 VECES


                                                                       

   
                                                        El uso de la palabra mierda es una cuestión de falsa educación en su no uso, ya que nadie podrá decir que no la use a diario y no me refiero a su uso fisiológico, si se evacua con buen tránsito intestinal . La mierda nos acompaña sutilmente integrada en nuestra vida de una y mil formas distintas, como se nos aparecen las fuerzas del mal, del lado oscuro, del demonio vestido de rojo y con tridente para tentarnos. Pero ella se diferencia en que se la ve venir, caer u oler, según la forma física que adopte. La usamos innumerables veces en nuestro....


léxico con distintas aplicaciones: geográfica =  vete a la mierda / Adjetivo calificativo = estoy hecho una mierda / Situación de desorden =  esto está hecho  una mierda / Expresión de sorpresa = a la mierda....esto se acabó./ Efecto visual = no se ve una mierda /Especulación sobre el conocimiento = ¿Qué mierda será eso?  / Como destino turístico =  vete a la mierda. En definitiva es la palabra más usada y con más aplicaciones del castellano.
                                                      La mierda es la eterna incomprendida  y maltratada por la sociedad y si pudiera nos denunciaría por maltratos ante un juzgado, si la justicia no fuera una mierda. Y no hablemos de fines aplicativos, el marrón nos es muy útil  es nuestra vida, la de origen animal se convierte en abono que luego fertilizará  los campos para que podamos comer ricas frutas y verduras, para que el césped esté verde y los miles y miles jugadores de golf jueguen en sus campos. Para que las macetas de nuestros balcones adornen unas calles que están hechas una mierda por las cagadas de perro. Yo he visto a las gallinas darse festines comiendo  mierda en el campo, también he visto a las moscas ponerse hasta las cejas de ella. Es decir, que algo tendrá el agua cuando la bendicen. Como acto que invita a la lectura no hay otro como la defecación, osea, la mierda nos da acceso a la cultura también. Económicamente estamos hablando de un peso pesado, todo un mercado rodea a la mierda, desde el papel higiénico en sus distintas formas, texturas, colores y olores hasta los pañales, pasando por toallas húmedas, orinales, waters, inodoros, ambientadores etcétera.
¿Quién no ha dicho alguna vez?  ¿Y el bebe, ha hecho caquita ya? en una clara manifestación de afecto hacia el niño y hacia ella.  También para alegrarnos la vida en los momentos de felicidad, si efectivamente, no se asombren que es cierto, la compramos en las tiendas de artículos de broma, hechas de plástico fino, para bromear con nuestros amigos y familiares en las fiestas  mas señaladas y guardándolas durante años e incluso jugamos con su fragancia comprando bombas fétidas. Como respuesta a lo que no la tiene, la encontramos dándonos suerte cuando la pisamos aunque  luego nos hagamos polvo los zapatos contra el bordillo de las aceras. En el mundo de teatro, hay una frase clave que  pronuncian los actores instantes antes de levantarse el telón, “mucha mierda a todos” en esa frase se desea mucha suerte y fortuna en la obra y viene de antaño, de cuando el teatro se iba en carroza, los ricos claro, y si delante de la puerta había mucha mierda de caballo era síntoma de una buena asistencia de público y la ganancias sería, en consecuencia, elevadas.
Amemos la mierda señores como ejercicio espiritual, la igualdad del ser humano la encontramos en ella, da igual cuanto dinero tengas, cuanto poder ostentes, porque si en algo nos igualamos ricos y pobres, de izquierdas o de derechas, feos o guapos, es que, aparte de morirnos algún día  irremediablemente, todos expulsamos lo mismo por el esfínter anal, exacto, eso que están pensando... mierda.                                                                
Si hacemos cuentas de nuestra existencia, del primer hombre, el  primer padre  fue un ladrón, la primera madre una mentirosa y el primer hijo un asesino, pues Adán robó la manzana, Eva lo engañó  y Caín mató a su hermano. Como ven ustedes los mierdas han existido siempre. Y duran y duran y duran. En fin lectores, en esta reflexión he usado 22 veces la palabra mierda, lo cual les ruego me disculpen pero era necesaria para que este relato fuera posible. Lo dicho  “mucha mierda a todos” .

Ramón Pérez Aguilar


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