SEPTEMBER

Una fiesta completa sobre el escenario hasta a punto de despegar. Todo está preparado y milimetrado. Míralo, ya empieza y no tiene fin, va creciendo y creciendo como el árbol de la vida. El ritmo aumenta, crece y la paz me invade, la alegría y el bienestar es mi vida a partir de ahora. Perfecto acoplamiento, perfecto movimiento sincronizado de pies y muchas sonrisas. Paz hermano. Grandes melenas negras recortadas en globo. Voces al aire oxigenan mi cerebro. Mi pie puntea ese maravilloso mes a partir de ahora “September” es mi mes preferido. Sonrisas, micrófonos cerca de la boca y grandeza en el aire. Mis ojos brillan de felicidad. Fiestas y guateques me vienen a la mente. Siempre llegue a ellas en mi Ford  matricula EWF. Tierra, aire y viento. ¿Qué más necesita la tierra? Todo lo demás nace de ellos. Allá en lo alto Maurice White en su batería, golpea los redobles de la creación y se siente a gusto con su obra. Gran coctelera de tendencias que al agitarse nos baña en un mar donde todo es ritmo y perfección. En  la orilla me tumbo para que las olas vocales de Phillipe Bailey me lleven a los orígenes de la Motown y pueda ver cómo se inventó el sonido. Bailes en la playa el 21 de septiembre, sólo ritmo y más ritmo ¡Va dime si te acuerdas! Las mil y unas corrientes de la música negra se juntan en esa orilla. Dejadme que me seque al sol mientras me mece la cálida corriente del disco sound.

Ramón Pérez Aguilar

Publicado en el Diario Información y en La Vanguardia.