Una fuerza brutal me estalla en mi rostro. Mi respiración se
detiene para acelerarse hasta la cúspide de la montaña libre. Dejadme vivir en
paz mientras presiono la manecilla de la puerta de entrada al genuino hard
rock. Pienso dejar atrás a todos los guardianes del caos y sus sandeces. Que paguen ellos todo lo que se debe. Toda
la corriente alterna/directa arranca el motor de mi interior. Me acaba de
sobrepasar, como un rayo y a dos ruedas, Angus enarbolando su desgastada Jayde
S.G. y a mi otro costado Brian Jonson me
grita con su gorra calada hasta las cejas que corra sin paradas, sin
límites. Me alejaré de todos los infames que me rodean esta noche, al demonio
todos ellos. Phil Rud me da la salida y mi bólido ruge alejándome mientras
enseño, a los que adelanto, mi matricula AC/DC. Apartaos que no pienso frenar
hasta llegar a la meta.
Ramón Pérez Aguilar.
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